En Buenos Aires hay una pizzería que se llama La Americana, además tienen empanadas, algunos postres tradicionales y tartas. Cada tanto, generalmente a principios del mes, mi papá compraba una torta de ricota para tomar la mediatarde o unos mates en cualquier momento con mi mamá.
La torta de ricota no tiene ningún secreto, es simple y
me recuerda momentos lindos de mi infancia. Por eso
fue un gran gusto aprender a hacerla. Esta hecha con
masa frola, que es una masa con leudante, más liviana
que las masas quebradas que se usan para otro tipo de tartas, rellena con una mezcla de ricota, azúcar y huevos.
Se sirve invertida y cubierta con azúcar impalpable.
También hay otras variantes, como agregarle pasas de uva o mezclar la ricota con crema pastelerera para hacerla más cremosa o decorarla con cacao amargo formando dibujos.
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